El 3 de diciembre de 2023, por primera vez en la historia de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP28 celebró el Día de la Salud. No fue el único hito histórico de una cumbre durante la cual se arribó a una Declaración sobre Clima y Salud firmada por más de 140 países, y que concluyó con el "Consenso de Dubai" un acuerdo que señala el "principio del fin" de la era de los combustibles fósiles y que realiza un llamamiento para acelerar la acción climática.
Salud sin Daño, junto con sus asociados, participó en la COP28 con una delegación de doce personas oriundas de nueve países (Australia, Brasil, Sudáfrica, Indonesia, Filipinas, Estados Unidos, México, India y el Reino Unido). Entre ellas, estuvo Andrea Hurtado Epstein, gerenta del programa de cambio climático de Salud sin Daño para América Latina.
“La comunidad de la salud puso un pie en la puerta de las negociaciones climáticas en la COP26, pero la COP28 consolidó nuestro asiento en la mesa de forma permanente. El primer Día de la Salud y la Declaración sobre el Clima y la Salud son hitos fundamentales para nuestro movimiento. Sin embargo, estos compromisos de alto nivel sólo son valiosos si podemos traducirlos en acciones reales sobre el terreno. Ahora depende de nosotros hacer que los gobiernos rindan cuentas para que eso suceda", dijo Hurtado Epstein.
"Salud sin Daño está muy orgullosa de haber ayudado a convocar a líderes de organizaciones que representan a más de 46 millones de profesionales de la salud, que abogan por una eliminación de los combustibles fósiles rápida, justa y saludable. Nosotros llevamos esa coalición a la COP, y el apoyo de los sectores de la salud contribuyó a que los gobiernos del mundo aceptaran por primera vez en la historia que necesitamos una transición para dejar atrás los combustibles fósiles", destacó Josh Karliner, director de alianzas globales de Salud sin Daño.
"El Consenso de Dubái tiene lagunas jurídicas grandes en materia de captura y almacenamiento de carbono y gas natural. Aun así, es un paso importante en la dirección correcta hacia un futuro libre de combustibles fósiles para la salud", agregó Karliner.
El rol del sector salud
El sector salud es a la vez altamente vulnerable a los impactos del cambio climático, y un actor que contribuye de manera importante al problema. A nivel global, el sector genera aproximadamente el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si fuese un país, sería el quinto emisor más grande del planeta. De esta significativa huella climática, más de 80 % es atribuible a la quema de combustibles fósiles. El lugar central que la Presidencia de la COP28 dio a la salud se sustenta en esfuerzos previos impulsados por la Organización Mundial de la Salud, Salud sin Daño y otros aliados, particularmente la adopción del Programa de salud de la COP26 en 2021 y la creación de la Alianza para la Acción Transformadora en Clima y Salud (ATACH por sus siglas en inglés) en 2022..
Es crucial que el sector de la salud fortalezca su resiliencia climática al tiempo que reduce sus propias emisiones. Aún así, el rol del sector en la acción climática va mucho más allá de las tareas pendientes para los sistemas de salud. Las y los profesionales de la salud poseen una de las voces más acreditadas en la sociedad y promueven causas que buscan el desarrollo de personas saludables y un planeta saludable. Por lo tanto, pueden ser un rayo de esperanza en la oscuridad de la crisis climática y servir de ejemplo no sólo dentro de su propio sector, sino también para propiciar una transición social más amplia que abandone el uso de los combustibles fósiles. Su liderazgo está cobrando impulso: este año, organizaciones que representan a más de 46 millones de trabajadores y trabajadoras del sector salud llamaron a eliminar el uso del gas, el carbón y el petróleo mediante la firma de la Carta abierta a la COP28 sobre los combustibles fósiles.
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