Reducción y sustitución de plásticos

Salud sin Daño trabaja con profesionales y sistemas de salud en diversas áreas para abordar el impacto del uso de plásticos por parte del sector.

Desde la década de los noventa, Salud sin Daño ha estado trabajando con el sector de la salud para abordar el uso de plásticos tóxicos, como el PVC, y sustancias peligrosas, como los ftalatos y el bisfenol A, los cuales son alteradores endocrinos y deberían estar prohibidos en los plásticos de uso médico, ya que esto también podría filtrarse en el organismo de las y los pacientes.

Salud sin Daño también ha creado diversos recursos, entre ellos documentos guía y herramientas sobre residuos plásticos, así como también iniciativas orientadas a reducir el uso excesivo de productos tales como guantes y equipos de protección personal. La organización también trabaja con una red de hospitales a los que brinda asistencia para que mejoren sus prácticas y movilicen a las y los profesionales de la salud con el fin de promover enfoques sostenibles, no tóxicos y climáticamente inteligentes.

Para acceder a recursos de Salud sin Daño y a las guías sobre plásticos en el sector de la salud, haga clic aquí (en inglés) y aquí (en español).

Salud sin Daño promueve una jerarquía de gestión de residuos centrada en rediseñar, repensar y eliminar los productos innecesarios como un primer paso fundamental en la tarea de afrontar la crisis de los plásticos. Este marco de trabajo propone las siguientes medidas:

Eliminar todos los productos plásticos problemáticos e innecesarios
Innovar para garantizar que los plásticos que sí usamos sean reutilizables, reciclables o compostables
Propiciar que los plásticos que se utilizan permanezcan dentro de la economía y fuera del ambiente el mayor tiempo posible

Imagen: Salud sin Daño Europa (2021) - Medición y reducción de plásticos en el sector de la salud. Disponible en español

Los productos deben ser no tóxicos para evitar la recirculación continua de sustancias peligrosas en la economía y el ambiente.

Eliminar gradualmente los plásticos que más daño ocasionan al ambiente y a la salud humana
Evitar los plásticos de un solo uso
Reciclar los polímeros con un alto nivel de calidad utilizando infraestructura local
Reducir los empaques y priorizar los programas de reutilización es crucial

Salud sin Daño y sus asociados promueven el reciclaje seguro como elemento central de la gestión sostenible de residuos sanitarios. Un tercio de los residuos puede ser reciclado y otro tercio es orgánico (es decir, puede procesarse en biodigestores), lo cual implica que solo un tercio deberá disponerse en rellenos sanitarios.

La labor de transformación del mercado que lleva a cabo Salud sin Daño está abocada a:

Facilitar la implementación de criterios de sostenibilidad para la adquisición de guantes, incluidos el fomento de pruebas piloto y la provisión de asistencia para su ejecución en todas las regiones del proyecto Compras sostenibles en salud (SHiPP), e identificar oportunidades para la adopción de dichos criterios por parte de organismos mundiales.
Utilizar auditorías de adquisición y desecho de plásticos a fin de identificar y priorizar oportunidades de reducción, incluida la difusión de principios de gestión de residuos.
Enfocarse en el PVC como prioridad en materia de reducción y eliminación de plásticos.

Salud sin Daño participa en calidad de observador en el Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) sobre la Contaminación por Plásticos. La salud debe ser un elemento central en la discusión que se está llevando a cabo a nivel mundial para elaborar y adoptar un instrumento internacional jurídicamente vinculante en materia de contaminación por plásticos.

El sector de la salud, incluidos ministerios, hospitales, fabricantes, proveedores, profesionales de la salud y otros actores, puede tomar medidas clave para resolver la crisis sanitaria relativa al consumo de plásticos.

Algunas acciones prioritarias son: a) reducir y rediseñar los productos plásticos de uso sanitario, b) posibilitar una economía circular para los plásticos, c) lograr una gestión y un reciclaje ambientalmente racionales de los desechos plásticos, y d) hacer oír la voz de las y los profesionales de la salud como referentes confiables a la hora de transmitir mensajes.