Día Mundial del Niño Prematuro

Para cuidar la salud de los bebés prematuros hospitalizados, es necesario evitar exponerlos a niveles no seguros de sustancias químicas presentes en numerosos dispositivos médicos utilizados para tratarlos

En ocasión de la Semana del Prematuro, Salud sin Daño remarca la necesidad de eliminar el uso de insumos médicos que contienen compuestos llamados ftalatos –de uso frecuente en las unidades de terapia intensiva neonatal- y reemplazarlos por alternativas más seguras y accesibles.

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Buenos Aires, 17 de noviembre de 2016 - La prevención de enfermedades es el aspecto principal del cuidado de la salud. En la Semana del Prematuro, Salud sin Daño insiste en la necesidad de evitar la exposición de los bebés prematuros hospitalizados a niveles no seguros de sustancias químicas presentes en numerosos dispositivos médicos utilizados para tratarlos, para terminar con una gran paradoja: que la salud de los recién nacidos se vea afectada por el equipamiento diseñado para ayudar a salvar sus vidas.

El PVC (policloruro de vinilo), el plástico más utilizado en los productos de uso médico, puede ser peligroso para los pacientes, el medio ambiente y la salud pública. Los insumos médicos fabricados a base de PVC flexible, como las bolsas de infusión y los catéteres intravenosos, pueden contener más de 50% de una sustancia denominada di(2-etilhexil) ftalato (DEHP, por su sigla en inglés), que puede migrar directamente hacia el cuerpo del paciente. Los pacientes más vulnerables son los bebés en unidades de terapia intensiva neonatal, ya que reciben las dosis mayores. Según un artículo publicado en el Journal of Perinatology, la exposición total diaria de un recién nacido intubado en estado crítico de 2 kg es de aproximadamente 16 mg/kg día.

Diversos organismos gubernamentales de EE. UU., la Unión Europea, Alemania, Canadá y Filipinas han reconocido que la exposición al DEHP a partir de insumos médicos constituye un potencial peligro. En 2008, se agregó el DEHP a la lista de la Unión Europea de sustancias altamente preocupantes debido a su toxicidad para el sistema reproductivo. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) recomienda el uso de las alternativas al PVC con DEHP, particularmente en recién nacidos, embarazadas y varones en período peripuberal. Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo evalúa reforzar las normas vigentes sobre las sustancias peligrosas en los dispositivos médicos y promover su eliminación cuando las alternativas están disponibles.

Los insumos médicos de PVC flexible que contienen DEHP son ampliamente utilizados en los establecimientos de salud y pueden ser reemplazados con facilidad por alternativas libres de estos tóxicos. Es importante promover su eliminación en las unidades de terapia intensiva neonatal, donde se atienden bebés prematuros o gravemente enfermos que permanecen hospitalizados durante prolongados períodos de tiempo.

A través de la iniciativa Pequeños cuidados, por un mundo saludable, hospitales, centros de salud y consultorios de Argentina se han comprometido a llevar adelante acciones que reflejen su compromiso de cuidar el ambiente y la salud ambiental desde la gestación, a través de la promoción de la salud y la adopción de medidas que prevengan enfermedades desde el comienzo de la vida. Como parte de ese compromiso, trabajan para eliminar el uso de sustancias químicas peligrosas en insumos médicos y otros materiales, para proteger la salud de pacientes, trabajadores y de la comunidad en general. Esta iniciativa cuenta con la adhesión de la Sociedad Argentina de Pediatría.

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