Vínculo formal entre Salud sin Daño y la OPS: cooperación técnica para implementar un programa de trabajo conjunto

A partir de este acuerdo, se formaliza la cooperación técnica existente entre ambas entidades, con el objetivo de implementar un programa de trabajo conjunto 2024-2026.

En julio de 2024, bajo el “Marco para la colaboración con agentes no estatales” (FENSA, por sus siglas en inglés), Salud sin Daño estableció relaciones oficiales con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). A partir de este acuerdo, se formaliza la cooperación técnica existente entre ambas entidades, con el objetivo de implementar un programa de trabajo conjunto 2024-2026. 

Dicho programa se centrará en apoyar a los países de América Latina y el Caribe en la implementación del Programa de Salud de la COP26 y promover una participación activa de la región en la Alianza para la Acción Transformadora en Clima y Salud (ATACH por sus siglas en inglés); fortalecer la capacidad de los sistemas de salud para abordar los impactos climáticos; promover una mayor cobertura mediática del cambio climático desde una perspectiva de salud; y fomentar alianzas para impulsar una atención sanitaria climáticamente inteligente.

“Salud sin Daño ha colaborado con la OPS por muchos años, pero esta formalización de relaciones oficiales nos permitirá profundizar el trabajo conjunto para impulsar sistemas de salud resilientes al clima, sostenibles y bajos en emisiones en la región. En ese sentido, celebramos que el Consejo Directivo de la OPS haya adoptado una política en salud, cambio climático y equidad, que orientará nuestros esfuerzos en los próximos años”, asegura Andrea Hurtado Epstein, gerenta del programa de cambio climático de Salud sin Daño para América Latina.

Nuevas estrategias en equidad, clima y salud 

Durante las sesiones realizadas del 30 de septiembre al 4 de octubre en Washington DC, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebró su 61º Consejo Directivo con la adopción de diversas políticas de salud por parte de los Estados miembros, que abarcan desde el fortalecimiento de los sistemas de salud hasta la adaptación y mitigación del cambio climático. También se reflexionó sobre las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 y desafíos recientes, como el huracán Beryl y la transmisión históricamente alta de dengue que ha tenido  la región. La OPS presentó una hoja de ruta para un nuevo plan estratégico que guiará a la organización durante los próximos seis años.

Entre los logros más destacados, se aprobó una nueva política centrada en salud, cambio climático y equidad. Esta iniciativa busca fortalecer la capacidad del sector salud para enfrentar los impactos del cambio climático, mejorar las medidas de mitigación, aumentar el financiamiento destinado a estas acciones y garantizar la participación de las comunidades más vulnerables.

La región de las Américas es una de las más susceptibles a los impactos climáticos debido a su exposición a fenómenos meteorológicos extremos, economías dependientes de sectores sensibles al clima, y altos niveles de desigualdad social. Por ello, la OPS reafirma su compromiso de abordar los desafíos del cambio climático y destaca la necesidad urgente de que el sector salud actúe de manera decisiva, integrando un enfoque de equidad en las medidas de adaptación y mitigación para proteger la salud de las comunidades más afectadas.

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