Un nuevo reporte presenta la primera estimación global de la huella climática del sector de la salud
Si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto emisor más grande del planeta. Eso indica el nuevo reporte Huella climática del sector de la salud. Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción, realizado por la organización no gubernamental internacional Salud sin Daño (Health Care Without Harm), en colaboración con Arup.
El informe muestra que la huella climática del sector de la salud equivale al 4,4 % de las emisiones globales netas (2 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente), en lo que constituye la primera estimación global de la huella climática del sector de la salud. El uso de combustibles fósiles representa más de la mitad de la huella climática del sector de la salud, que en total equivale a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón.
Webinar para periodistas
Realizado el 3 de octubre de 2019
Con la participación de:
* Josh Karliner, coautor del informe, director internacional de Programas y Estrategias de Salud sin Daño
* Antonella Risso, coordinadora técnica de proyectos de Salud sin Daño para América Latina
Vea el video aquí
Este reporte, que fue presentado el martes 10 de septiembre en simultáneo en Londres (Reino Unido) y Medellín (Colombia), es un llamado de alerta acerca de la necesidad de transformar el sector de la salud para alinearlo con las metas del Acuerdo de París, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC.
“Las y los profesionales de salud, junto con sus instituciones, son los primeros que responden a los impactos del cambio climático. A su vez, paradójicamente, los hospitales y sistemas de salud contribuyen notablemente a la crisis climática”, explica Josh Karliner, director internacional de Programas y Estrategias de Salud sin Daño y uno de los autores del trabajo. “El sector de la salud necesita avanzar en la transición hacia energías limpias y renovables, además de desplegar otras estrategias primarias de prevención para llegar emisiones netas cero para el año 2050. El sector de la salud tiene que dar un paso al frente y hacer su parte para evitar la catástrofe del cambio climático, que sería devastadora para la salud humana a nivel mundial”, agrega.
Los hospitales, los sistemas de salud y su cadena de suministro de Estados Unidos, China y los países de la Unión Europea representan más de la mitad de la huella climática total del sector de la salud a nivel mundial. Si bien hay diferencias importantes en la escala, el sector de la salud de cada país contribuye directa e indirectamente a la emisión de gases de efecto invernadero.
“Los establecimientos de salud constituyen el centro operativo de la prestación de servicios, en donde se protege la salud, se trata a los pacientes y se salvan vidas. No obstante, los centros de salud también son fuentes de emisiones y, por lo tanto, contribuyen al cambio climático. Los lugares de sanación deberían liderar el camino, y no contribuir a la carga de enfermedad”, sostiene Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
El reporte remarca la necesidad de contar con una hoja de ruta global para un cuidado de la salud climáticamente inteligente que reduzca sus emisiones, mientras se alcanzan metas como la cobertura universal de salud. En el reporte, también se identifica un conjunto de acciones inmediatas que el sector de la salud puede adoptar, entre las que se incluyen:
- Los hospitales y los sistemas de salud deberían seguir el ejemplo de miles de establecimientos de salud que ya están avanzando hacia un cuidado de la salud climáticamente inteligente a través del Desafío de la salud por el clima (una iniciativa de Salud sin Daño), entre otras.
- Los gobiernos nacionales y subnacionales deberían basarse en las iniciativas existentes para establecer planes de acción tendientes a descarbonizar sus sistemas de salud, promover la resiliencia y mejorar los resultados en salud.
- Los organismos bilaterales de asistencia, los bancos multilaterales de desarrollo, otras entidades de financiamiento y las organizaciones filantrópicas deberían incorporar principios y estrategias climáticamente inteligentes a la asistencia en salud, los préstamos y la orientación normativa que brindan a los países en desarrollo.
El reporte concluye que la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la cobertura universal de salud deben entrelazarse con el objetivo climático global de alcanzar el objetivo de emisiones netas cero.
“El sector de la salud debe volverse climáticamente inteligente”, dice Gary Cohen, co-fundador de Salud sin Daño. “Tanto la justicia ambiental como la equidad en salud dependen de ello”.
El reporte fue presentado el 10 de septiembre en dos eventos simultáneos realizados en Londres (Reino Unido) y Medellín (Colombia):
- En Londres, en la sede de The Wellcome Trust, en un evento que incluyó un panel de alto nivel moderado por Howard Frumkin, director del programa Our Planet Our Health (The Wellcome Trust), con la participación de Mandeep Dhaliwal, directora del grupo de VIH, Salud y Desarrollo de PNUD, además de representantes de la Organización Mundial de la Salud, NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), Salud sin Daño y Arup.
- En Medellín, el reporte fue presentado en el marco del Foro Internacional "Cambio climático y desafíos en salud", organizado por Salud sin Daño, la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y la Corporación Antioquia Presente.
Para más información sobre el reporte, visite www.saludsindanio.org/HuellaClimaticaSalud
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Sobre Salud sin Daño
Salud sin Daño (Health Care Without Harm) es una organización no gubernamental internacional que trabaja para transformar el sector del cuidado de la salud en todo el mundo para que reduzca su huella ambiental, se convierta en un punto de referencia para la comunidad en materia de sostenibilidad y se posicione como líder del movimiento global para la salud y la justicia ambientales.
Salud sin Daño trabaja desde hace 23 años con el sector de la salud con el objetivo de reducir su uso de sustancias químicas tóxicas y su generación de residuos y, al mismo tiempo, transformar la cadena de suministro y promover acciones en materia climática. Con oficinas en Estados Unidos, Europa y Asia, un equipo regional en América Latina y alianzas a nivel de país con organizaciones de Australia, Brasil, China, la India, Sudáfrica y Nepal, Salud sin Daño es una organización líder a la hora de movilizar al sector de la salud para concretar esta visión.
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Carolina Gil Posse | carolina@hcwh.org