“Siete bolsas de plástico por cada paciente”: 48 millones de profesionales de la salud exigen que no haya exenciones para la atención médica en el Tratado Global sobre Plásticos

Salud sin Daño y sus aliados, entre los que se encuentran la Asociación Médica Mundial y el Consejo Internacional de Enfermeras, piden que se ponga fin a la exención del sector salud del tratado sobre los plásticos.

Comunicado de prensa

Mientras las delegaciones se reúnen en Ginebra para la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2) con el fin de ultimar un tratado global para poner fin a la contaminación por plásticos, más de 48 millones de profesionales de la salud, pacientes y aliados se han unido para enviar un mensaje claro: la contaminación por plásticos constituye una emergencia de salud pública y el sector de la salud no puede quedar exento.

En una carta abierta presentada hoy al Comité Internacional de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos, Salud sin Daño y sus aliados, entre los que se encuentran la Asociación Médica Mundial y el Consejo Internacional de Enfermeras, piden que se ponga fin a la exención del sector salud del tratado sobre los plásticos. En su lugar, quienes firman exigen consideraciones especiales que hagan responsable al sector por su papel en la contaminación por plásticos.

Los plásticos liberan emisiones que contribuyen al calentamiento global, contienen sustancias químicas tóxicas y se descomponen en microplásticos que están relacionados con alteraciones hormonales, cáncer, infertilidad y otros efectos para la salud a largo plazo. El sector salud está perjudicando involuntariamente a las mismas personas a las que se supone que debe curar, exponiendo a pacientes, trabajadores/as y comunidades a peligrosos riesgos para la salud relacionados con el plástico.

Will Clark, director internacional de transformación de la cadena de suministro de Salud sin Daño, afirmó:

“El sector salud genera 15 millones de toneladas de residuos plásticos cada año, lo que equivale a siete bolsas por cada paciente que entra en un hospital. Sin embargo, ya existen alternativas seguras y probadas, como los productos médicos reutilizables y reprocesados, que reducen los residuos plásticos sin comprometer la seguridad de las y los pacientes. Si el Tratado Global sobre Plásticos exime al sector salud de su resolución, sentará un precedente muy peligroso, que socavará tanto el progreso ambiental como la propia misión médica de “no hacer daño”.

El Dr. Ashok Philip, presidente de la Asociación Médica Mundial, añadió:

“Profesionales médicos de todo el mundo están siendo testigos de primera mano de los efectos de la contaminación por plásticos en la salud, desde problemas respiratorios hasta enfermedades crónicas e incluso cánceres. Eximir a la atención en salud de la acción global sobre plásticos no sólo es miope, sino que contradice nuestra obligación ética fundamental de proteger la salud. La Asociación apoya firmemente un tratado que empodere al sector salud para dar ejemplo y hacer la transición hacia prácticas más seguras y sostenibles”.

Howard Catton, director ejecutivo del Consejo Internacional de Enfermeras, afirmó:

“El sector salud tiene tanto la responsabilidad como la oportunidad de liderar la sostenibilidad. Las enfermeras están profundamente comprometidas con los valores de la justicia social y ambiental y con la lucha contra la crisis climática. Por eso, el Consejo, junto con los firmantes de esta carta, aboga por que no se conceda una exención general al sector salud en el tratado sobre la contaminación por plásticos y, en su lugar, pide que el tratado incluya una consideración especial para el sector salud. La protección de la salud humana debe ir de la mano de la protección de la salud de nuestro planeta”.

A pesar del creciente consenso sobre el peligro del plástico para la salud humana y el ambiente, las negociaciones actuales corren el riesgo de debilitar el tratado al permitir amplias exenciones para el sector de la salud. Las organizaciones firmantes advierten que esta laguna jurídica socavaría la ambición del tratado y expondría aún más a las y los pacientes y al personal de salud de primera línea a las sustancias químicas tóxicas liberadas por los dispositivos de plástico, muchos de los cuales están diseñados para un solo uso y contienen carcinógenos y disruptores hormonales conocidos.

Peticiones clave de los 48 millones de firmantes

Quienes firman la carta instan a los negociadores de los países a:

  • Rechazar las exenciones generales para el sector salud (artículo 4).
  • Mantener y reforzar el artículo 19, que establece protecciones sanitarias vinculantes a lo largo del ciclo de vida de los plásticos.
  • Promover alternativas: materiales más seguros, sistemas reutilizables, diseño de productos no tóxicos y gestión sostenible de los residuos.
  • Elevar el papel de la salud como sector que requiere medidas prioritarias para eliminar los plásticos innecesarios y nocivos.

Salud sin Daño en las negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos

Salud sin Daño es una voz destacada en el ámbito de la salud, así como observador oficial en las negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos. Su carta abierta cuenta con el apoyo de más de 48 millones de profesionales de la salud, entre los que se encuentran la Asociación Médica Mundial, el Consejo Internacional de Enfermeras y la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas. 

En la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2) en Ginebra, el equipo internacional de Salud sin Daño colaborará con negociadores y aliados para garantizar que el sector salud sea reconocido no sólo como un contribuyente a la contaminación por plásticos, sino como líder fundamental en la promoción de soluciones que protejan la salud de las personas y del planeta.

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