Las sustancias químicas son muy utilizadas en la vida diaria. Tienen una importancia única en el sector del cuidado de la salud, donde se utilizan como desinfectantes, productos de limpieza, reactivos de laboratorio, esterilizantes, plaguicidas, medicamentos y productos farmacéuticos, así como en equipos y dispositivos médicos. Los peligros que plantean estas sustancias químicas no están bien entendidos por los profesionales de la salud ni incorporados en las decisiones de aprovisionamiento.
Para reducir estos riesgos, el sector de la salud viene tomando medidas para promover e implementar la salud sostenible dentro de sus instituciones, y para colaborar externamente con proveedores y fabricantes para así impulsar el aprovisionamiento sostenible dentro del sector.
En este contexto, Salud sin Daño y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicaron en 2019 el documento “Sustancias químicas preocupantes para la salud y el ambiente”, que incluye una lista de sustancias químicas preocupantes para la salud humana y el ambiente. La lista está basada en revisiones sistemáticas de la evidencia disponible llevadas a cabo por fuentes autorizadas, que identifican sustancias químicas y materiales preocupantes por presentar riesgo cancerígeno, mutagénico, reproductivo y de disrupción endocrina (peligros para la salud), así como por ser bioacumulativos y persistentes para el medio ambiente y/o estar incluidos en instrumentos ambientales internacionales (convenios).
En base a este texto, en 2021 se elaboró el documento “Sustancias químicas preocupantes en el sector de la salud”, que incluye un extracto de la lista de sustancias químicas utilizadas por el sector de la salud o incluidas en productos sanitarios que se publicó en el informe de 2018. Contiene también una serie de casos de ejemplo que demuestran el éxito alcanzado por distintos hospitales en la sustitución de sustancias químicas y productos peligrosos por alternativas más sostenibles. Estos estudios de caso ponen de relieve la forma en que los sistemas de salud están dejando de utilizar productos peligrosos para adoptar alternativas más seguras.