Buenos Aires (26 de marzo de 2012) — "Hoy los hospitales figuran entre las entidades más contaminantes, por el volumen de residuos que generan y los químicos tóxicos que usan. Para revertirlo, la ONG Salud Sin Daño prevé lanzar durante abril la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, una comunidad de intercambio de ideas cuyo objetivo es implementar los diez puntos de la llamada Agenda Ecológica: reducir desechos, reemplazar sustancias nocivas y ahorrar energía, entre otros". Así comienza la nota publicada en el diario Perfil de Argentina, con motivo del lanzamiento de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables.
Para leer la nota en el sitio web del diario Perfil, haga click aquí. A continuación, reproducimos la nota completa:
Varias instituciones argentinas son fundadoras de esta red, que también integran otras de países como Inglaterra, India y Nepal: los porteños hospitales Fernández, Rivadavia e Italiano; el Hospital Austral, de Pilar; el Roque Sáenz Peña, de Rosario; el de Niños de la Santísima Trinidad y el Nuevo Hospital San Roque, de Córdoba; y el Ministerio de Salud de San Juan. Cada uno se propuso cumplir con al menos dos metas y al año debe demostrar un progreso. “Todos se comprometieron a gestionar residuos y a eliminar el mercurio”, señaló María Della Rodolfa, responsable de Salud Sin Daño en América latina.
El Hospital Fernández fue pionero en todos los puntos de la Agenda Ecológica, además de ser el primero en eliminar completamente el mercurio. Tanto esa institución como el Hospital Austral y el Roque Sáenz Peña dieron un paso más y también recambiaron mamaderas, vías de suero, sondas, cánulas y catéteres sin bisfenoles ni ftalatos, químicos presentes en el plástico, muy tóxicos a largo plazo.
Verónica Torres Cerino, toxicóloga del Hospital Austral, impulsa cambios en todos los ámbitos –reemplazo de sustancias, ahorro de energía, residuos, alimentación– y participa de un comité de insumos que promueve “compras verdes” de productos amigables con el medio ambiente e hipoalergénicos. En la misma línea, el Ministerio de Salud de San Juan busca optimizar el uso de los productos farmacéuticos, para evitar los más contaminantes, mejorar su distribución e impedir que queden elementos vencidos.
Menos basura. La mayoría de los hospitales de la red dividen los residuos en patológicos, no patológicos y reciclables. “Antes mandábamos un compactador de basura por día al cinturón ecológico y hoy sale tres veces por semana. Aparte, a diario enviamos entre 300 y 500 kilos de papel, plástico y cartón a la Cooperativa del Oeste en el Bajo Flores”, expresó Horacio Mantello, jefe del Departamento de Seguridad, Higiene y Protección Ambiental del Hospital Italiano. Desde el “puesto ecológico” que allí funciona, se promueven iniciativas como compartir el auto para ir a trabajar y armar ecobolsas con las revistas institucionales sobrantes.
El collage de propuestas incluye crear “historias clínicas verdes”, que abarquen información sobre la vivienda del paciente, su familia y su empleo. “Se multiplican las enfermedades vinculadas a factores ambientales y trabajar para prevenirlas desde el hospital nos acerca más a nuestro juramento profesional”, dijo Torres Cerino.
Cuidar los recursos. El agua, la energía, los espacios verdes y la alimentación sana son otros de los pilares. Nilda Gait, responsable de la Unidad Tóxico Ambiental de Córdoba, lidera el cambio en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad y el Nuevo Hospital San Roque. Presentó un proyecto que se convirtió en ley para que los hospitales de la provincia fueran libres de mercurio. Ahora está “trabajando en la alimentación dentro del hospital, los espacios verdes, y el rotulado y gestión de los productos de limpieza para prevenir intoxicaciones”, señaló.
El Roque Sáenz Peña “planea que la cocina centralizada que abastece a todos los hospitales compre la mercadería en huertas comunitarias”, describió Carlos Marinozzi, licenciado en Enfermería. Allí también controlan periódicamente la calidad del agua y su uso. Además, varios centros adoptaron las lamparitas de bajo consumo y trazan planes ambiciosos para economizar energía.
En el Hospital Rivadavia existe una propuesta para diseñar un lactario abastecido con energía solar, y heladeras y aire acondicionado basado de un sistema que funciona con gases inocuos para el ozono. Y el nuevo edificio del Italiano es “ecofriendly”: se usaron vidrios dobles con cámaras de aire para aislamiento térmico, se separaron espacios que no necesitan calefacción, entre otros detalles.
¿Por qué es importante que un hospital sea verde? “Para el personal, porque es una segunda casa; y para la comunidad, porque tenemos gases y químicos que producen intoxicaciones invisibles, crónicas y acumulativas. El día de mañana vamos a tener más enfermos y no hay conciencia de esto. Es la prevención que hace falta”, resumió Gait.
Para más información sobre la Red Global, visite www.hospitalesporlasaludambiental.net