La problemática de los plásticos se ha instalado en la agenda internacional. El sector de la salud demanda y descarta una enorme cantidad de plásticos, muchos de los cuales son esenciales y necesarios para prestar un servicio seguro y de calidad, mientras que muchos otros pueden evitarse, reducirse o sustituirse.
Para conocer más sobre la situación en América Latina, Salud sin Daño inició un proyecto piloto en Chile con el objetivo de caracterizar y cuantificar los plásticos utilizados en el sector de la salud. Esta iniciativa, que nuestra organización lleva adelante junto al Área de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria (Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, Ministerio de Salud de Chile), cuenta con la participación de cuatro hospitales de la región metropolitana de Santiago de Chile:
- Hospital de Urgencia de Asistencia Pública (HUAP), centro de alta complejidad
- Instituto Nacional del Tórax, centro de alta complejidad
- Hospital de Enfermedades Infecciosas Dr. Lucio Córdova, centro de media complejidad
- Instituto Psiquiatrico Dr. José Horwitz Barak, centro de media a alta complejidad
En ese contexto, durante la semana del 19 al 22 de junio, el equipo técnico de Salud sin Daño y el área de Área de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria del Ministerio de Salud realizaron la presentación del proyecto piloto a través de encuentros y reuniones con autoridades, funcionarios y trabajadores de los establecimientos participantes.
En primer lugar, Juan Pablo Compas, coordinador del Área de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria, presentó el trabajo de la Red y destacó la articulación sostenida a lo largo del tiempo con Salud sin Daño y todo lo realizado en materia ambiental desde 2006.
Por su parte, Jaquelina Tapia, gerenta técnica de programas de Salud sin Daño, remarcó la necesidad de analizar las prácticas de trabajo e identificar oportunidades para reducir el uso de productos plásticos, aprovechando sobre todo las soluciones existentes, pero también a través de la innovación para diseñar productos y servicios que sean reutilizables siempre que sea posible.
Jaquelina Tapia, gerenta técnica de programas de Salud sin Daño para América Latina
Finalmente, Margot Ojeda, consultora técnica de Salud sin Daño que se encuentra acompañando el proyecto en Chile, realizó la presentación de la metodología de trabajo y resaltó la importancia de co-construir las intervenciones en los diferentes sectores y establecimientos.
En una primera instancia, se realizará una caracterización de los insumos y productos adquiridos por los establecimientos, ya sean plásticos, con contenidos plásticos y/o con empaques y embalajes de plásticos. Posteriormente, se llevará adelante una caracterización de los residuos plásticos que se generan en cada una de las áreas y/o servicios involucrados.
Margot Ojeda, durante un encuentro en el Instituto Nacional del Tórax
Se espera que los resultados del proyecto piloto contribuyan, por un lado, a caracterizar a la región –en particular al sector de la salud en Chile– y, por el otro, que la información sea una herramienta para el desarrollo y elaboración de criterios y estrategias que colaboren en la reducción de la huella ambiental del sector.
Cabe destacar que existe un enorme compromiso por parte de las autoridades y del personal de los establecimientos de salud, no sólo por identificar y reconocer la problemática asociada a los plásticos sino también por el tiempo y dedicación con el que abordan el proyecto.
Obtener información sobre las instancias de compras y adquisiciones permite realizar un análisis de la cantidad de plásticos que ingresan a los sistemas de salud, así como conocer su procedencia y materialidad. Entender la composición de los plásticos para posteriormente evaluar su potencial de reciclabilidad es fundamental, ya que permitiría reducir la cantidad de residuos plásticos. Más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector salud provienen de su cadena de suministro. La implementación de criterios de compras sostenibles es una buena alternativa para prevenir y/o reducir esas emisiones.
Por otro lado, la posibilidad de caracterizar los residuos que se generan en tipo y cantidad brinda información para pensar en oportunidades de mejora dentro de la gestión de los residuos. Más del 80% de los residuos que se generan en el sector de la salud son asimilables a domiciliarios; entender qué, cuánto y dónde se generan, permite trazar planes de acción para la prevención, reducción y/ o reciclaje.
Los plásticos han sido y son un gran aliado en los servicios de salud. Sin embargo, en un contexto de crisis climática y ambiental urge una acción inmediata que contribuya a transformar y acompañe la transición del sector para reducir su huella ambiental y climática.
Por otro lado, los compromisos internacionales que deben alcanzar al sector en el marco del Tratado Internacional de Plásticos requieren de información real para que estos puedan ser asumidos y cumplidos en conocimiento de las realidades latinoamericanas.