La ministra de Salud de Argentina resolvió poner fin a los termómetros y tensiómetros con mercurio de los hospitales de Argentina

Buenos Aires (24 de febrero de 2009) — Es el principio del fin del uso de los clásicos termómetros y tensiómetros con mercurio en Argentina, y se logró gracias al trabajo colectivo en todo el país de una red de profesionales y ONGs agrupadas en torno a la campaña Salud Sin Daño. La Ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña firmó la resolución 139/2009, publicada ayer en el Boletín Oficial, por la cual instruye a todos los hospitales y centros de salud del país a comprar termómetros y tensiómetros libres de mercurio, y convoca a la conformación de un grupo de especialistas de las áreas de odontología, tecnología médica y salud ambiental para iniciar el proceso de "phase-out", o eliminación gradual de este tóxico en el país.

Entre los argumentos que esgrime la norma para el reemplazo se destacan los que consideran que: "...los riesgos derivados de la exposición a metales pesados son considerados como una de las amenazas mejor identificadas para la salud infantil..." y que "el mercurio es un metal pesado de potencial alto impacto tóxico en ecosistemas..."

Al respecto, Verónica Odriozola, coordinadora regional de Salud Sin Daño, expresó que: "Este logro ha sido posible gracias a todos los médicos y enfermeras que forman parte de nuestra red de Salud sin Daño. Ellos nos recibieron con interés y nos apoyaron cuando nos acercamos con la propuesta de eliminar el mercurio en sus hospitales; se pusieron a trabajar en sus consultorios y servicios para reemplazar estos insumos y evitar que el sector salud siguiera contribuyendo a este problema de salud ambiental global".

Por su parte, la Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y la Asociación Toxicológica Argentina ya habían manifestado su apoyo a la sustitución del uso del mercurio en el cuidado de la salud.

Con todas las experiencias de reemplazo del mercurio que pudieron reunirse, Salud sin Daño propuso al Ministerio de Salud de la Argentina que se hiciera eco de ellas. "Así fue que nació esta resolución que, además, pedimos a los profesionales de la Argentina que apoyaran a través de una carta enviada a la ministra a fines del año pasado", recordó Odriozola. "Fruto de este trabajo sale publicada esta resolución en el Boletín Oficial".

A nivel internacional, es política de la Organización Mundial de la Salud apoyar la prohibición del uso de mercurio en las prácticas médicas. Por su parte, el Parlamento Europeo prohibió a partir de enero de 2008 en toda la Unión Europea, la venta de termómetros de mercurio para medir la fiebre.

En la Argentina, más de 70 instituciones del ámbito sanitario se han sumado a la iniciativa que impulsa Salud sin Daño y que promueve una prestación y práctica de salud libres de mercurio. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las provincias de Chaco, Jujuy y La Rioja, junto con hospitales de Córdoba, Chubut, Neuquén, Río Negro, San Juan, Santa Fe y Tierra del Fuego firmaron la carta de intención para la eliminación del mercurio y se encuentran en pleno reemplazo de su empleo.

En diciembre del año pasado Salud sin Daño y la Organización Mundial de la Salud lanzaron un proyecto conjunto para reemplazar los insumos médicos que contienen mercurio por alternativas accesibles, precisas y más seguras. El objetivo es reemplazar, para el año 2017, al menos el 70 por ciento del total de termómetros y tensiómetros en todo el mundo.

 

 

 

Notas

(1) Carta dirigida a la ministra de Salud de Argentina (pdf)

(2) El mercurio en el sector de la salud: Organización Mundial de la Salud, Documento de Política General (pdf)