Informe de Derechos Humanos de la ONU solicita poner fin a la incineración de los residuos de establecimientos de salud

Buenos Aires, Bruselas, Manila, Washington (15 de septiembre de 2011) — Salud sin Daño elogió un informe oficial del Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que llama a poner fin a la incineración de los residuos de establecimientos de salud para proteger la salud humana y el medio ambiente.

El informe se centra en “los impactos adversos que pueden tener la mala gestión y disposición de los desechos médicos sobre los derechos humanos.” En el documento, se detalla una amplia gama de impactos sobre los derechos humanos derivados de la gestión inapropiada de los residuos de establecimientos de salud en diversos países.

"Este es un documento innovador", dijo Ruth Stringer, coordinadora internacional de Ciencia y Política de Salud sin Daño y autora de la contribución de esta organización en el proceso. "El Relator Especial no sólo documenta las condiciones atroces que se presentan en el mundo sobre esta situación, sino que, a la vez, en sus recomendaciones, incluye una serie de acciones que protegen el derecho a la salud y a un medio ambiente limpio", agregó.

En su discurso preparado para el Consejo de Derechos Humanos, el Relator Especial, Calin Georgescu, llamó a “la sustitución de la incineración como método de eliminación de residuos médicos peligrosos por métodos más ecológicos y seguros, tales como la esterilización en autoclave". 

“Las conclusiones del Relator Especial extraídas de evidencia científica certifican la experiencia de miles de comunidades en todo el mundo que sufren los impactos negativos para la salud de la incineración de desechos médicos”, dijo Merci Ferrer, directora ejecutiva de Salud sin Daño del sudeste de Asia. “Los gobiernos del mundo deben tomar nota de este importante documento", aseguró.

Afirmando que “el personal médico, pacientes, trabajadores de los servicios de apoyo relacionados con los establecimientos de salud, los trabajadores en las instalaciones de disposición de residuos, reciclaje, basureros y el público en general” son todos los afectados por los desechos médicos, el Relator Especial también recomienda dedicar más recursos financieros para lograr sistemas sostenibles de manejo y gestión de residuos médicos. Pide, además, el desarrollo de “un amplio marco jurídico internacional” para proteger la salud humana y el medio ambiente del flagelo de estos residuos.

Para complementar el informe del Relator Especial, Salud sin Daño hizo público su propio informe, que fue posible gracias al trabajo del equipo de la organización y que contó con la asistencia y colaboración de miembros de la red y expertos en gestión de residuos de África, Sudeste Asiático y América Latina. El documento incluye una gran cantidad de información presentada al Relator Especial para su consideración. A su vez, el aporte de Salud sin Daño estuvo acompañado por presentaciones de la secretaría del Convenio de Basilea, la secretaría del Convenio de Estocolmo, la Organización Mundial de la Salud y el Centro de Derecho Ambiental Internacional.