Las conclusiones surgen de un estudio realizado por la Organización Europea de Consumidores junto con otras organizaciones de consumo de 5 países -entre las que figura la Organización de Consumidores y Usuarios Española-, cuyo objetivo fue analizar 65 envases de cartón y papel utilizados como envases de comida rápida.
Los resultados de las pruebas de laboratorio muestran que la mitad de los envases analizados contiene compuestos perfluorados incluidos en la lista de sustancias muy preocupantes del Reglamento de Sustancias Químicas REACH, como el PFOA (ácido perfluorooctanoico), un disruptor endocrino relacionado con la reducción de la fertilidad y daños al feto.
Entre los envases sometidos a las pruebas, se encontraban cajas de cartón de pizzas, envases de hamburguesas, papeles de repostería y bolsas de palomitas de maíz. En cada país, se analizaron 13 muestras de reconocidas marcas, como McDonald’s, Burger King, KFC y Starbucks. Los resultados del estudio, junto con la carta enviada a miembros del Parlamento Europeo, pueden verse aquí (en inglés).
Para la Organización Europea de Consumidores (BEUC), el elevado contenido de estos tóxicos encontrado en un tercio de los envases demuestra el uso intencionado por parte de las empresas de comida rápida.
¿Por qué preocupan los compuestos perfluorados?
Los compuestos perfluorados son un conjunto de sustancias industriales que se utilizan como recubrimiento de materiales en contacto con alimentos porque repelen la grasa y el agua y, por lo tanto, evitan que los envases se “humedezcan”. También se utilizan para impermeabilizar ropa, como la de montaña. Pero estas sustancias fluoradas “escapan” del recubrimiento, como indican numerosos estudios, y quedan dentro de los alimentos -especialmente en los más grasos-, a los que contaminan.
Algunas de estas sustancias se comportan como disruptores endocrinos y causan daños a la salud por su capacidad de alterar el funcionamiento normal del sistema hormonal de humanos y fauna silvestre a muy pequeñas dosis.
En concreto, la exposición a compuestos fluorados se relaciona con daños al sistema inmunológico (son inmunodepresores). Además, su contenido en la sangre de mujeres embarazadas aumenta significativamente el riesgo de aborto espontáneo.
Existen alternativas sin sustancias fluoradas
El hecho de que la mitad de las muestras de envases no contenga estos tóxicos demuestra que es posible utilizar alternativas más seguras. Un ejemplo es el de la bolsa de palomitas de maíz sin compuestos perfluorados tóxicos inventada por una empresa española, que permitió que este producto volviera a venderse en una cadena de supermercados danesa comprometida con los productos sin tóxicos.