Cuatro destacados sistemas de salud de Estados Unidos se comprometieron a comprar muebles sin retardantes de llama (sustancias químicas tóxicas, propensas a bioacumularse en el ser humano), en lo que constituye un impulso desde el sector para eliminar amenazas innecesarias para la salud de las personas.
Chicago, Estados Unidos – Los sistemas de salud Advocate Health Care, Beaumont Health System, Hackensack University Medical Center y University Hospitals de Estados Unidos anunciaron hoy que dejarán de comprar muebles tratados con químicos retardantes de llama. En conjunto, estos cuatro sistemas de salud cuentan con 7.000 camas en sus centros de atención en Illinois, Michigan, Nueva Jersey y Ohio.
Cada uno de estos sistemas de salud le pedirá a sus proveedores que los muebles tapizados no contengan químicos retardantes de llama*, en donde las normas de regulación vigentes lo permitan. Junto con el anuncio de Kaiser Permanente (uno de los sistemas de salud más importante de Estados Unidos) en junio de este año, estos sistemas de salud están liderando un movimiento dentro del sector al alejarse de los químicos tóxicos que se encuentran comúnmente en los muebles. En conjunto, estos cinco sistemas de salud gastan alrededor de 50 millones de dólares por año en muebles para sus establecimientos.
Los retardantes de llama utilizados suponen una amenaza para la salud de las personas y el ambiente. Según de qué tipo de retardante de llama se trate, los efectos de su utilización afectan los sistemas reproductivo, neurocognitivo e inmunológico. Los datos sobre seguridad e impacto de los nuevos retardantes de llama aún son incipientes y a menudo no brindan información completa sobre su alcance y sus efectos en la salud.
“Los hospitales toman muy en serio la conexión entre los químicos ambientales y el aumento de la tasa de enfermedades", dijo Gary Cohen, presidente y fundador de Salud sin Daño y de la Iniciativa de Hospitales Saludables (Healthier Hospitals Initiative, en inglés). “Ellos están comprometidos a crear ambientes para curar, libre de productos químicos relacionados con enfermedades crónicas”, agregó.
Este cambio viene acompañado de una nueva norma de inflamabilidad del estado de California (Estados Unidos), que permite que los fabricantes de muebles cumpan con los requisitos de la legislación vigente para prevenir incendios sin tener que utilizar los retardantes de llama, y está cambiando las reglas del juego del mercado de muebles a nivel nacional. Por otra parte, la presencia de rociadores automáticos y la prohibición de fumar en lugares cerrados reduce significativamente la probabilidad de incendios en hospitales.
Los cuatro sistemas de salud que están eliminando gradualmente la compra de muebles con retardantes de llama forman parte de la Iniciativa de Hospitales Saludables (HHI), una campaña nacional para poner en práctica un nuevo enfoque para mejorar la salud ambiental y la sustentabilidad dentro del sector del cuidado de la salud. Con la participación de más de 1.100 hospitales de Estados Unidos, HHI incentiva a los hospitales a implementar acciones en seis áreas, entre las que se incluye la reducción del uso de los químicos retardantes de llama.
El 8 de septiembre pasado, Salud sin Daño y HHI reunió a los principales sistemas de salud y fabricantes de muebles para discutir acerca de la posibilidad de fomentar la fabricación de muebles sin químicos retardantes de llama.
"La demanda de estos sistemas de salud impulsará la producción de muebles que no incluyan los retardantes de llama tóxicos", sostuvo Gary Cohen. "Debido a que el sector de la salud es una parte importante de la economía, los hospitales pueden ayudar a cambiar el mercado, algo que beneficiará a la salud pública y hará que los productos sean más seguros para todos los consumidores", remarcó.
* Los retardantes de llama son un grupo de sustancias químicas que se agregan a una gran variedad de productos realizados con material sintético para inhibir la ignición y la propagación del fuego. Actualmente, hay más de 175 diferentes retardantes de llama disponibles en el mercado, que se agregan a materiales inflamables como espuma para tapicería, colchones y almohadas, productos textiles (alfombras, telas de tapicería, cortinas) y electrónicos (computadoras, televisores), entre otros.