Durante una conferencia de prensa virtual celebrada el lunes 29 de abril de 2024, Salud sin Daño anunció la publicación de una carta de adhesión global que insta a quienes negocian el Tratado sobre Plásticos a garantizar un acuerdo ambicioso que no excluya al sector de la salud.
La carta fue firmada por más de 900 personas, junto con organizaciones médicas y de salud pública, incluidas la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública (WFPHA, por sus siglas en inglés), la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (IFMSA, por sus siglas en inglés), la Alianza Global para el Clima y la Salud (GCHA, por sus siglas en inglés), la Sociedad Internacional de Médicos por el Medio Ambiente (ISDE, por sus siglas en inglés) y la Sociedad de Endocrinología, entre otras. Esta carta de adhesión, que representa a más de 6 millones de profesionales de la salud en todo el mundo, destaca la necesidad urgente de tomar medidas para abordar la crisis del plástico a nivel mundial, incluyendo al sector de la salud.
El Tratado de Plásticos, un acuerdo internacional legalmente vinculante en el que todas las naciones deben consensuar poner fin a la contaminación por plásticos, es negociado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a través del Comité de Negociación Internacional sobre Contaminación por Plásticos (CIN). Salud sin Daño presentó la carta abierta de profesionales de salud durante la cuarta sesión del CIN (CIN-4) en Ottawa, Canadá.
"El Tratado de Plásticos representa una oportunidad crítica e histórica para abordar la crisis mundial del plástico, que amenaza la salud humana y el ambiente", señala Gary Cohen, cofundador y presidente de Salud sin Daño. Sin embargo, se analiza una posible exención para los plásticos utilizados en el sector de la salud en el Tratado, lo que representaría el 10% de la economía global. "Excluir al sector de la salud del Tratado de Plásticos detendría el progreso hacia la reducción de plásticos de un sólo uso y plásticos tóxicos, y obstaculizaría la innovación", añade Cohen.
Las y los profesionales de la salud han advertido durante mucho tiempo sobre los peligros del plástico. En cada etapa del ciclo de vida de los plásticos, desde la extracción y refinación de los productos petroquímicos hasta la fabricación con materiales y productos químicos y su posterior eliminación, existen graves amenazas para la salud. Esto se debe a que los plásticos pueden liberar sustancias químicas peligrosas si se queman o se desechan de manera inadecuada, o si se descomponen en microplásticos. Un estudio de marzo de 2024 realizado por un equipo internacional de médicos e investigadores/as y reportado en el New England Journal of Medicine encontró que el 60% de un grupo de 257 pacientes quirúrgicos estudiados que tenían acumulación de micro y nanopartículas de plástico en sus placas arteriales tenían un riesgo 4,5 veces mayor de sufrir un ataque al corazón, un derrame cerebral o la muerte en los tres años posteriores a la cirugía en comparación con quienes no tenían microplásticos en sus placas arteriales.
Aunque el sector de la salud consume una gran cantidad de plásticos, está desempeñando un papel significativo al liderar los esfuerzos para reducir la contaminación por plástico. Los sistemas de salud están implementando medidas para reducir el uso de plásticos desechables, desintoxicar y reutilizar los materiales plásticos, cambiar la cultura en torno a su uso y abogar por cambios en las políticas relacionadas con la producción y su utilización. Al hacerlo, el sector de la salud está mostrando que es posible reducir el uso de los plásticos tóxicos. "Al firmar la carta abierta, más de 6 millones de profesionales de la salud demuestran su compromiso con la protección de la salud humana y ambiental. Se espera que la delegación del CIN-4 también muestre un compromiso similar en la lucha contra la contaminación plástica", dijo el Dr. Peter Orris de WFPHA. "Un Tratado que protege el planeta también es un Tratado que protege a nuestros pacientes," concluyó el Dr. Orris.