El problema
Las computadoras, los televisores, los analizadores de laboratorio, los monitores y otros tipos de equipos empleados en los hospitales diariamente contienen muchas sustancias peligrosas (desde plomo en el tubo de rayos catódicos de los monitores hasta plásticos clorados en los cables, retardantes de llama bromados en placas de circuitos y mercurio en las pantallas de LCD). Estas sustancias peligrosas que se encuentran en los equipos electrónicos han sido relacionadas con problemas de salud como cáncer, malformaciones congénitas y alteraciones endócrinas.
La disposición inadecuada de equipos electrónicos representa una amenaza para la salud pública y el ambiente.
Cuando se incineran o se depositan en basurales o vertederos, pueden liberar al ambiente sustancias peligrosas que terminan contaminado el agua subterránea y el aire.
También es altamente preocupante la existencia de exportaciones de estos aparatos usados para que sean desarmados en los países en desarrollo, que están aún menos preparados para manejar estas sustancias tóxicas. En muchos casos, las exportaciones violan el derecho internacional así como legislaciones domésticas de los países importadores.
Si los hospitales prestan atención a los productos que compran y al modo en que desechan los equipos electrónicos, pueden disminuir su impacto ambiental de diversas maneras.