Abril, 2024
Distinguidos/as delegados y delegadas; y Presidente del Comité Intergubernamental de Negociación para un Tratado sobre Plásticos.
Como profesionales de la salud que hemos hecho un juramento sobre el principio ético de no causar daño, y estamos comprometidos/as con la salud y el bienestar de la humanidad. El plástico representa una crisis continua para la salud humana y planetaria, que inevitablemente empeorará con el drástico aumento previsto de la producción de plásticos, a menos que se tomen medidas a nivel mundial.
Les instamos a comprometerse mediante un Tratado justo y equitativo que respete los derechos humanos, limite la producción de plásticos, elimine los productos plásticos innecesarios, incluyendo los de un solo uso, priorice la desintoxicación y garantice la transparencia de los productos y materiales plásticos. Es necesario adoptar medidas a lo largo de todo el ciclo de vida de los plásticos para eliminar los efectos nocivos desde la extracción, producción, uso, reciclaje y disposición final; así como proteger la salud humana y planetaria.
Hacemos un llamado a las y los negociadores para que desarrollen un Tratado ambicioso y justo que ponga fin a la contaminación por plásticos, incluso en el sector salud. El sector salud requiere una consideración especial en el Tratado sobre los Plásticos, no una exención. Una exención general es incompatible con la misión del sector salud e inhibiría la innovación, desalentando los esfuerzos hacia la reducción, la sustitución, la reutilización y el rediseño de productos e insumos plásticos en el sector. Es contraria a los crecientes esfuerzos mundiales por lograr un sector salud sostenible.
Los plásticos se han vuelto universales en la atención médica, con un cambio dramático hacia artículos de un solo uso en las últimas décadas (por ejemplo, tubos, guantes de examen, catéteres, venoclisis, equipos de transfusión, equipos de diagnóstico, batas, etc.). Sin embargo, se pueden eliminar muchos usos no esenciales de los plásticos en el sector salud, incluidas las aplicaciones no médicas (por ejemplo, mantenimiento, alimentos, interiores, oficinas). Hay plásticos de uso esencial con sustancias tóxicas que se podrían eliminar y diseñar para reutilización.
Por lo tanto, hacemos un llamado a los gobiernos y sus representantes, a considerar un programa de trabajo sobre productos plásticos en el sector salud, que se desarrolle en alineación con otras iniciativas internacionales sobre clima, salud y los productos químicos, los residuos, y la sostenibilidad de la cadena de suministro.
Existen impactos en la salud en cada etapa del ciclo de vida de los plásticos. Los plásticos utilizados en la atención médica requieren miles de aditivos peligrosos (incluidos carcinógenos, neurotóxicos, disruptores endocrinos) que pueden filtrarse de los productos y residuos, y persistir en el medio ambiente, amenazando a pacientes, comunidades, trabajadores/as (incluyendo a las y los trabajadores/as de residuos) y ecosistemas. La exposición a productos químicos peligrosos provenientes del plástico es una preocupación particular para pacientes vulnerables, incluidos los fetos, los recién nacidos, las niñas y los niños. Esta toxicidad y exposición crónica representa una carga importante para el sistema de salud en todo el mundo. Además, la falta de información completa sobre los ingredientes y composición de los productos impide los esfuerzos para reutilizar, reciclar y pasar a alternativas más seguras. Por lo tanto, la transparencia y la trazabilidad de los productos químicos preocupantes para la salud en insumos, productos y artículos de atención médica son esenciales para acelerar el rediseño y la desintoxicación de los productos plásticos.
Los plásticos y sus aditivos químicos se fabrican principalmente a partir de materias primas petroquímicas. Reducir nuestra peligrosa dependencia de los plásticos basados en combustibles fósiles ayudará a limitar el calentamiento global y la degradación de los ecosistemas del planeta. De lo contrario, se producirán graves consecuencias para la salud y la pérdida de recursos naturales clave y servicios ecosistémicos fundamentales para la salud de las especies humanas y no humanas, socavando la salud planetaria y el enfoque Una Sola Salud.
Las comunidades, las y los trabajadores de la salud y los sistemas de salud ya se enfrentan a los alarmantes impactos de la producción y contaminación de plásticos. Los peores impactos de la producción y eliminación de plásticos no se distribuyen de manera equitativa, sino que se concentran en las comunidades más vulnerables y de escasos recursos. El tratado debe defender el derecho universal a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, y abordar los impactos en los derechos humanos de cada etapa de la producción y la gestión de residuos plásticos.
Damos la bienvenida a la resolución WHA76.17 y el informe del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los que se reconoce el "papel fundamental y los conocimientos especializados únicos del sector salud para contribuir a la gestión adecuada de los productos químicos y residuos y protegerse contra sus efectos nocivos en la salud y el bienestar". Desde los textiles y los dispositivos médicos reutilizables hasta la eliminación de productos innecesarios de un solo uso, los proveedores de atención médica están transformando el sector y tienen un papel fundamental que desempeñar en la reducción de la amenaza para la salud pública al abordar el uso del plástico y buscar alternativas más seguras.
No podemos solo basarnos en soluciones falsas como el reciclaje químico que extiende el uso insostenible del plástico y la dependencia a los combustibles fósiles, que no generan mejoras reales en la salud. Sólo una significativa reducción en la producción y el uso de plástico pueden lograr tales mejoras.
Como profesionales de la salud y organizaciones, tenemos la obligación moral y profesional de prevenir la exposición nociva a productos químicos peligrosos de los plásticos en el sector de la salud. Por ello, nos comprometemos a seguir actuando para proteger la salud humana, e instamos a que se comprometan con un Tratado que apoye firmemente la salud, los derechos humanos y la justicia. Un Tratado que protege al planeta es también un Tratado que protege a cada paciente.